Karim Ganem Maloof: un Sísifo rebelde

Texto por Paul Brito, escritor y periodista colombiano. 

POR Paul Brito

Marzo 11 2023
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La última lección que me dio mi amigo Karim fue la de un Sísifo rebelde. Según él, uno debía meterle imaginación a lo inerte y burocrático, despertarle el ánima, ya que todo en el fondo lo tiene. La llamaba “imaginación burocrática”. En lugar de concebir como una carga una tarea repetitiva y mecánica, la asumía con creatividad y alegría. Eso lo aplicó en muchas facetas de su vida, desde un trámite rutinario en la cocina hasta el aspecto más administrativo en la dirección editorial de la Comisión de la Verdad. Quizá por eso tuvo una existencia tan rica y sinérgica, llena de energía creadora y diversa.

“Lo que interesa es la posibilidad de evasión, un salto fuera del rito implacable”, son palabras de Albert Camus que él parecía seguir al pie de la letra. En vez de cursar como un trámite engorroso la multiplicación de dedicatorias para los compradores de su libro, por ejemplo, lo tomó como una oportunidad para hablarle de corazón a cada uno de sus amigos y conocidos, y para retomar la pintura con acuarela que cultivó en otra época. Como si fuera parte de la redacción del libro, se dedicó a ello con pasión y sensibilidad, consciente de que uno debe vivir como si la vida fuera un arte y no lo contrario: como si el arte fuera la vida.

Hace un mes, cuando él andaba como un niño entusiasmado con las dedicatorias (a mí me pintó una tortuga con el caparazón dorado), tuve un sueño raro en el que le encargaba la tarea de presentar mi debut como cantante; yo que tengo una voz pésima. Aun así, Karim asumió su rol de maestro de ceremonias con la arcana serenidad de su alma vieja. Y lo mejor: acabó interpretando la composición que yo iba a cantar con su voz dulce y melodiosa. Me robó el show, pero yo no me enojé, al contrario. Su generosidad me había salvado el pellejo, como otras veces en la vida real. Aplaudí a rabiar, igual que lo hizo el público.

A pesar del dolor, la orfandad y el encono contra el mundo que me deja su partida, vuelvo a aplaudir la dulce melodía que Karim le extrajo a la vida. Como pocos, vivió intensamente y nos enseñó mucho. Por eso quiero entender su muerte, no como “el final de una fiesta inconclusa”, como diría otro escritor caribe que nos dejó prematuramente, sino como el último gran salto que dio fuera del rito implacable de los días.

¡Buen viaje, amigo mío! Canta por todos nosotros, como un Sísifo convertido en Atlas, hasta que podamos entrar al mismo sueño liberados de las cadenas y rutinas que tú rompiste antes de la muerte. Y una vez allí agradecerte por alumbrarnos tanto, avergonzados por una vida más larga pero menos fructífera.

ACERCA DEL AUTOR


Paul Brito

Su libro El proletariado de los dioses (Collage Editores, 2016) estuvo nominado al Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana. Colabora con El Tiempo, Arcadia, El Heraldo y El Malpensante.